La Asamblea se ha mostrado, en primer lugar, firmemente convencida de que el libre acceso de los jóvenes a los derechos fundamentales es un elemento esencial en la construcción de una cultura basada en la democracia y en el Estado de Derecho; y por otra parte, altamente preocupada porque las políticas de juventud en el Consejo de los Estados miembros de Europa no salvaguardan suficientemente estos derechos. Así, tras el fracaso de la Conferencia de Ministros responsables de Juventud, celebrada en septiembre de 2012, la Asamblea recomienda que se adopten medidas urgentes e innovadoras para prevenir la violación de estos derechos y garantizar su ejercicio. En concreto, habla de derechos básicos como la educación, el empleo, la vivienda, la participación cívica y política o la libertad de expresión.
Durante el debate plenario se insistió en la necesidad de invertir en juventud si no queremos correr el riesgo de tener una generación perdida, sobre todo con motivo de la agudización de la crisis económica y financiera.
En este sentido, el presidente del Consejo de la Juventud de España, Ricardo Ibarra, considera que se trata de “un primer paso muy importante para conseguir la necesaria Convención Europea de los Derechos de los Jóvenes recomendada por el Consejo de Europa”.