Políticas públicas de juventud

¿Cómo está el tema sobre políticas públicas de juventud?

¿Cómo está el tema sobre políticas públicas de juventud?

En el contexto concreto y la evolución histórica de las políticas de juventud en España, podemos identificar una serie de características que han determinado el resultado de las mismas:

  • La juventud es definida en negativo, es decir, la juventud es una etapa cuya razón de ser es dejar de existir para dar paso a la edad adulta. En este sentido, las políticas de juventud están pensadas para que los y las jóvenes se conviertan en personas adultas integradas en el sistema social, político, económico y cultural. Así, se construye un modelo de joven al que se dirigen las políticas, sin atender a la diversidad consustancial a la condición juvenil. Sin embargo, actualmente se trabaja con una nueva filosofía en el concepto de juventud, se entiende la etapa joven como un momento en la vida de la persona con características propias saltando el anterior concepto de etapa de transición.
  • Coherentemente con esta visión de la juventud, las políticas de juventud han tendido a ser lineales, y su objetivo central ha sido facilitar el paso de los y las jóvenes a esta etapa adulta y por lo tanto el acento se ha puesto en cuestiones relacionadas con el empleo, la vivienda, la formación. Este acento no se ha traducido, sin embargo, en una mejora sustancial de las capacidades y las oportunidades de los y las jóvenes para definir un proyecto personal que facilite una emancipación definida según sus propias prioridades y valores, esto sería real si entendemos la juventud con sus propias características.
  • A pesar de la declarada intención de que las políticas de juventud sean transversales a todos los departamentos gubernamentales, en realidad, estas políticas vienen a ser en la mayoría de los casos una mera suma de acciones realizadas en torno a los y las jóvenes, y en este sentido falta una verdadera perspectiva integral de las mismas,y los mecanismos de coordinaciónnecesarios entre diferentes niveles administrativos.

Los sustantivos políticas, públicas y juventud siempre se han vinculado a través de una preposición que limita el concepto al contenido de las políticas en sí mismas: se hacen políticas de juventud, es decir, políticas cuyo contenido se concreta en acciones relacionadas con lo juvenil (albergues, centros de información juvenil, certámenes, etc.). Pero consideramos fundamental incorporar más vínculos de unión entre estos sustantivos que amplíen la dimensión de las políticas de juventud para que se conviertan también en políticas…

… para la juventud: políticas cuya acción gire en torno a los y las jóvenes, los tome como el punto central de referencia, fomenten la cercanía a los mismos y las mismas, den respuestas reales a sus necesidades sentidas, pongan en contacto a sus diferentes realidades, sean integradoras de su diversidad, les proporcionen no sólo servicios o actividades, sino capacidades y habilidades para construir sus propios itinerarios vitales.

… desde la juventud: políticas definidas, implementadas y evaluadas desde una participación real y efectiva de la propia juventud, con metodologías participativas que permitan una constante adaptación de las acciones a su realidad, que promuevan la autogestión de los servicios por parte de los y las jóvenes a través de sus propias asociaciones, que fomenten la creatividad para resolver sus problemáticas y que les dote de poder.

con la juventud: políticas que cuenten con apoyo y medios desde las instituciones, asumiendo un papel corresponsable junto con los y las jóvenes, que pongan los instrumentos necesarios al servicio de las necesidades sentidas de los y las jóvenes, que contribuyan a generar confianza intergeneracional, permitiendo incorporar la visión de todos y todas a la construcción social.

Una vez definido el papel de la juventud en relación con las políticas públicas, consideramos necesario asimismo, atender a los principios que deben guiar la acción gubernamental en torno a dichas políticas. Desde nuestro punto de vista, son tres los principios que deben guiar la acción administrativa:

  • Transversalidad: existen necesidades específicas de la juventud que son competencia de departamentos específicos de las diferentes Administraciones (empleo, vivienda, sanidad, educación) y por lo tanto las políticas específicas de estos departamentos deben incorporar la perspectiva juvenil, desde el análisis de necesidades hasta la puesta en marcha de acciones concretas para este colectivo.
  • Integralidad: como señalábamos al comienzo, la etapa juvenil tiene unas características propias que hacen necesario que se reconozca esta etapa vital como etapa autónoma, y no como mero tránsito hacia la etapa adulta. En este sentido, los y las jóvenes tienen unas necesidades específicas (aprendizaje social, participación, construcción de un proyecto vital, etc.) que requiere de una atención específica por parte de un órgano especializado. El objetivo en este sentido estaría centrado en promover la ciudadanía plena y en fomentar la adquisición de las competencias y las habilidades necesarias para su ejercicio.
  • Subsidiariedad: dado el complejo entramado de reparto competencial en materia de juventud, debe tenerse en cuenta la multiplicidad de actores que desempeñan algún papel en la promoción de políticas juveniles —desde el ámbito local al europeo, pasando por el autonómico y el estatal. En este sentido, afirmamos la necesidad de que esta subsidiariedad se traduzca en la cercanía de las acciones a sus destinatarios y destinatarias, de manera que se incorpore de forma efectiva la diversidad de necesidades sentidas por los y las jóvenes. Asimismo, este principio de subsidiariedad requiere del establecimiento de mecanismos de coordinación efectiva entre Administraciones que evite la duplicidad de acciones, que las dote de coherencia y que asegure la igualdad de oportunidades para todos y todas las jóvenes